Claudio Antonio: Percepción + estética en el arte cinético

La estática dentro del arte lo podemos definir como el análisis de la naturaleza y la belleza por parte de las personas, las cuales pueden estar estrechamente relacionados con las artes. Asimismo el nombre de “estética” también deriva del latín moderno aestheticus, y también del griego aisthētikós que significa “percepción o sensibilidad” a través de los sentidos.

Entonces, cuando una persona valora una obra de arte como “bella” o “sublime” el crítico de este debe estar guiado para clasificarla según lo que representa, y esto se puede lograr utilizando sus conocimientos sobre el arte y emitir su juicio estético. A su vez, el concepto de estética ha evolucionado con el tiempo y se han dividido en varias corrientes, algunas de ellas pueden ser los siguientes:

  • La estética clásica: Fue un concepto desarrollado durante la Antigua Grecia, en especial cuando estaban los romanos. Allí se desarrolló el fundamento de las nociones futuras de lo bello en Occidente. Para ellos, lo bello, lo bueno y lo verdadero eran una sola cosa, y su naturaleza tenía que ver con la mesura, la armonía, la justicia y la adecuación al ideal de una época.
  • La estética medieval: Este tipo de corriente nació durante el Medioevo, donde fue una época mayoritariamente religiosa en Occidente, en la que el pensamiento cristiano imperó por encima de los demás. Así, el concepto de belleza tenía que ver con los valores fundamentales cristianos: la fe en Dios, el sacrificio, la pasión y la pureza, o sea, con la moral más que con las apariencias.
  • La estética moderna: Se desarrolló durante el Renacimiento, cuando se rompió con la tradición cristiana y reivindicó lo clásico en el marco de las ideas del humanismo y la Ilustración, para quienes pensaban a la razón como un concepto central. Las ideas de belleza de la época se atribuían a lo planificado, lo estructurado, lo simétrico y lo armónico. Se pensaba a la belleza a partir de la perfección y el orden, sin dar espacio a la extravagancia o la desproporción.
Claudio Antonio - Percepción -estética en el arte cinético

Bajo este concepto, el arte cinético también se levanta y a su vez crea una percepción de la estética según el color, forma de la estructura y armonía, que juntos hacen un espectáculo para la vista de las personas.

Entre las características propias de la estética, el arte cinético abarca varias que permiten que pueda entrar en armonía, algunas de ellas son las siguientes:

  • Cualidades sensoriales: El arte cinético permite que las personas que lo observen tengan una experiencia sensorial, ya que el artista puede hacer que un objeto sea agradable a los sentidos (por ejemplo, su textura, sus colores, su brillo o su timbre).

Además, estas cualidades se perciben mediante los sentidos y, según quién las experimente, varía el placer que producen. Por ejemplo, si una obra cinética permite que la persona pueda atravesarla, entonces garantiza una experiencia sónica y táctil.

  • Cualidades formales: Esto se encuentra conformado por el modo en que en el objeto se combinan los elementos que lo componen, o la relación que puede percibirse entre ellos. Por ejemplo, dentro del arte cinético se conforma por formas y colores, si estos unidos tienen armonía entonces puede tener este tipo de cualidades.
  • Cualidades vitales: Refieren al contenido existencial o vivencial de un objeto, es decir, a las ideas que evoca, a los sentimientos que transmite o a las vivencias que recupera. Un ejemplo de ello, es cuando los artistas reflejan parte de su historia o experiencias en cada obra.
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Claudio Antonio: Sarah Oppenheimer, Biografía, obras y cinetismo

Dentro del arte cinético, las mujeres también han jugado un papel importante en el desarrollo de esta representación artística. Dentro de sus trabajos, han aportado una manera característica de integrar elementos estructurales al movimiento y color que el arte cinético busca transmitir a aquellos que lo ven.

Dentro de esta corriente, se encuentra la artista estadounidense Sarah Oppenheimer. Nacida en el año de 1972, en Austin, Texas, es una artista del arte cinético que su trabajo se enfoca en realizar transformaciones precisas de la arquitectura que interrumpen, subvierten, y a su vez mezclan la experiencia visual y corporal de los visitantes.

Asimismo, la obra de Oppenheimer también se encuentra condicionada al espacio que ocupa, que al momento de ser modifica también puede complementarse. Esta artista americana trabaja a partir de precisos sistemas mecanizados, realiza esculturas a base de materiales como el aluminio, el acero y el vidrio, y manipula con ellas los sitios donde se ubican. Los manipula literalmente.

Dentro de su proceso creativo, algunos artistas indican que posee aspectos tan heterogéneos como su formación en semiótica y pintura o la preocupación conceptual por cuestiones cognitivas y filosóficas. Además, su labor se desarrolla en el ámbito de la arquitectura, el cual tiene lugar en el terreno de lo artístico y, para que acontezca, se requiere la coordinación de equipos multidisciplinares, que serán los encargados de hallar las fórmulas técnicas que hagan funcionar sus creaciones.

Otra de las características que tiene el trabajo de la americana es que dentro de su obra existe la interpretación de los planos, pero también de las relaciones preestablecidas entre el lugar y sus ocupantes, en este caso entre el museo y el visitante. Es importante mencionar que dentro de sus proyectos tratan de quebrantar la experiencia del espectador con estrategias que cuestionan el discurso habitual del espacio museístico.

Claudio Antonio-Sarah Oppenheimer-Biografía, obras y cinetismoClaudio Antonio

En ocasiones, suponen una interrupción física –un obstáculo–, lo que implica interactuar con ellas para poder continuar con el recorrido. De este modo, las propuestas de carácter cinético ofrecen nuevas reglas, que plantean un debate sobre las limitaciones táctiles de un centro de arte.

Otras veces, el observador se ve interpelado al mostrársele puntos de vista novedosos y desconocidos de la arquitectura. Como en la acción llevada a cabo en el Baltimore Museum of Art: la apertura de un hueco entre el segundo y tercer piso del ala contemporánea, con el que conecta tres áreas del museo.

Los planos oblicuos y reflectantes que delimitan el interior de la cavidad propician que, a medida que se mueve, el espectador reciba una imagen diferente de estas estancias, de sí mismo y de los otros. El resultado es una nueva conciencia de la dimensión que ocupa.

Entre las primeras exposiciones que realizó se encuentra las realizadas en The Drawing Center (2002) y Queens Museum (2004), donde Oppenheimer exploró la interdependencia de la navegación espacial y la arquitectura interior. Posteriormente, se reconfiguraron paneles de pared mutables en el espacio del museo mientras se realizaba una investigación de navegación en sujetos de prueba supervisados ​​en condiciones controladas.

Luego a finales de la década de 2000, Oppenheimer reconfiguró los límites entre los espacios de exhibición, instalando aberturas que desplazaban las vistas dentro y fuera de las galerías (p. ej., Museo de Arte de Saint Louis, 2008; Museo de Arte Contemporáneo de San Diego, 2009).

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Finalmente, Oppenheimer ha recibido becas de la Fundación John S. Guggenheim (2007), Academia Estadounidense en Roma (2010–1), y la Fundación para las Artes de Nueva York (2016, 2010, 2006). También ha recibido premios de Anonymous was a Woman (2013), la Fundación Joan Mitchell (2011), la Fundación Louis Comfort Tiffany (2009), y la Academia Estadounidense de las Artes. Su obra pertenece a las colecciones de arte público de Mudam, Pérez Art Museum Miami, Museo de Arte Contemporáneo de San Diego, Mattress Factory, Museo de Arte de Baltimore, y Universidad de Brown.

Claudio Antonio: Julio Le Parc expone sus más de 60 años de trayectoria en Uruguay

Uno de los mejores exponentes argentinos del arte cinético, Julio Le Parc expuso recientemente sus más de 60 años de trayectoria en Uruguay, haciendo una propuesta al estilo Quintaesencia, que consiste en un juego para adentrarse en un mundo de formas, colores y luces, cosa que es completamente recurrente y característico de este tipo de representación artística.

Al respecto, el portal web de noticias “Memo” de Argentina, compartió la siguiente información, sobre este excelente artista latinoamericano.

El mendocino de 94 años ha sido elogiado por los críticos como uno de los más importantes de su generación. Su obra centrada en el op art y en el arte cinético lo ha convertido en una figura importante dentro del arte moderno argentino.

«Mi trabajo iba a la búsqueda de un espectador diferente, no al habitual del museo», le contó Le Parc a El País. «Que viviera una experiencia directa sin pasar por los filtros o las exigencias de que el espectador tiene que estar cultivado, con cierto nivel estético, una sensibilidad desarrollada. Lo mío trataba de ser lo más directo posible de manera que cualquier persona podía ser cómplice mío y participante de la experiencia».

Despojado de las clasificaciones, Le Parc asegura que no le importa tener un estilo marcado. «Si ven mis obras pueden pensar que son de artistas distintos. Nunca me preocupó tener una imagen de marca o un estilo».

Apunta a que sus obras con formas y colores simples entablen una relación con la gente.

«No solo señalarle injusticias, sino hacerla sentir bien. Si la gente sale de la exposición con un pequeñísimo optimismo aumentado para mí es haber ganado», asegura.

«Para mí lo importante transcurre en despertar un optimismo en la gente. Y crear un pequeño mecanismo que encuentre su solución sola. El optimismo, en definitiva, es un motor para transformar las cosas», agrega.

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Artista en potencia

Julio Le Parc es actualmente una de las figuras más reconocidas en el campo de la investigación y las artes visuales experimentales centradas en el op-art moderno y el arte cinético, donde su influencia se ha extendido desde mediados del siglo XX hasta la actualidad.

Este argentino comenzó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Argentina, donde inició su interés por las relaciones entre luz y forma. Luego de esto, Le Parc se adentró en el entorno radical de los movimientos estudiantiles de su país natal, entre 1955 y 1958 fue partícipe de las ocupaciones en la Academia de Bellas Artes y en las reformulaciones de sus planes de estudio, orientándose por las propuestas de artistas de vanguardia como el movimiento Arte-Concreto-Invención y donde conoció al influyente crítico de arte Jorge Romero Brest.

Posteriormente, para el año de 1958 viajó a París tras recibir una beca del Servicio Cultural Francés, donde conoció a artistas como Victor Vasarely y otros importantes representantes del arte cinético.

De este artista, Le Parc extrae no solo sus propuestas formales en cuanto al movimiento, sino también sus implicaciones políticas, como una forma de articular experiencias estéticas sin la necesidad de conocimientos previos o familiarización alguna con el mundo del arte.

Esta gran influencia artista sin duda repercutió en la obra del argentino y tales implicaciones se derivan de las prácticas colectivas del Groupe de Recherche d’Art Visuel (GRAV), del cual fue miembro fundador; guiado por un rechazo de la posición del arte en el capitalismo. El colectivo enfatizaba la anonimidad y la participación de los espectadores a través de la aplicación de técnicas industriales, mecánicas y cinéticas por igual.

Posteriormente, participó en el Atelier Populaire de Francia durante mayo de 1968 y en diversas publicaciones radicales de vanguardia, afianzando su producción, siempre cercana al cinetismo, en un compromiso social y político que concibe a los espectadores ya no solo como participantes en la obra, sino como co-autores.

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2 artistas Latinoamericanos de arte cinético

Sabemos que el arte cinético es parte de las corrientes artísticas que representan el modernismo, además que esta va avanzando a medida que nuevos artistas van surgiendo (no solo en Venezuela sino en cualquier parte del mundo y en especial, Latinoamérica)

Es por esta razón, que hoy queremos compartirte la vida y trabajos realizados por dos artistas latinoamericanos que ejecutan obras dentro del arte cinético y detallaremos cuál sería el aporte de ellos para este tiempo.

Iván Contreras-Brunet

Iván Contreras Brunet, es un pintor y escultor chileno que nació en la ciudad de Santiago el 19 de febrero de 1927. Como parte de su preparación académica, Contreras- Brunet ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Santiago en el año de 1949 donde fue alumno del también artista plástico Gregorio de la Fuente y Marta Colvin.

Para el año 1952 el artista chileno residió en París, donde desarrolló la mayor parte de su carrera y en 1968, fue fundador del grupo Co-Mo, Constructivisme et Mouvement que lo une al trabajo de otros artistas europeos y latinoamericanos como Vantogerloo y Jesús Rafael Soto quienes revitalizaron la tendencia plástica comenzada en 1913 por los rusos Vladimir Tatlin y Alexander Rodchenko. Vivió en Nueva York, Estados Unidos desde 1957 a 1961. Volvió a radicarse definitivamente en París en 1961.

Cabe destacar, que fue el primer chileno en representar a nuestro país en la Bienal de Venecia en 1972. Es miembro del comité organizador del Salón Comparisons que se efectúa en París desde 1955, en el que se muestran obras de las más diversas tendencias que se desarrollan en materia de Artes Plásticas.

El trabajo presentado por el artista presenta relieves y esculturas exentas, las cuales se encuentran colocadas sobre el piso o suspendidas. Hay que destacar que posee una extraordinaria habilidad, para manipular un estilo cinético que se encuentra basado en el doblando, cortando, sobreponiendo o suspendiendo mediante leves ataduras frente a un fondo plano, también enmallado, cuadrados, rectángulos o círculos que parecen flotar.

2 artistas Latinoamericanos de arte cinético - Claudio Antonio

Martha Boto

Pintora y escultora argentina que demostró dentro de sus trabajos las distintas variaciones ópticas de la luz y el color, así como del movimiento. Asimismo, Boto fue miembro un miembro de la Asociación Arte Nuevo que fue creada en el año 1955 por el poeta Aldo Pellegrini y por el artista Carmelo Arden Quin. También en el año 1956 formó parte del grupo Artistas No Figurativos Argentinos.

 En 1959 se instaló definitivamente en París donde tomó contacto con el Movimiento Op-art y Arte Cinético. Sus obras cinéticas y ópticas se orientaron a la yuxtaposición de relieves estáticos o móviles, experimentando con el azar, el juego y el movimiento. En 1960 participó de la primera Bienal de París.

 En 1969 realizó su primera exposición individual en la galería Denise René. Sus obras participaron de exposiciones en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía en Madrid en 2007, en el Museo de Bellas Artes de Houston en 2009 y en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 2012, entre muchas otras.

Su obra está incluida en colecciones públicas y privadas como el Centre Georges Pompidou, Fondo Nacional de Arte Contemporáneo y el Museo de Arte Moderno de París, Francia; el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), la Fundación Torcuato Di Tella y el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Argentina; Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, Brasil; la Colección Peggy Guggenheim en Venecia, Italia; el Museo de Arte de Tel Aviv, Israel; el Museo de Bellas artes de Houston (MFAH), Texas, USA; entre muchas otras.

2 artistas Latinoamericanos de arte cinético - Claudio Antonio

Es importante resaltar que ambos artistas plásticos han aportado en gran manera a esta corriente artística, por lo que su nombre se encuentra en la lista de los mejores exponentes dentro del continente.

La estética dentro del arte cinético

Cuando estudiamos la belleza de la naturaleza de las obras de arte e involucramos el análisis de la perspectiva a la cual el pintor realizó su trabajo y lo que quería transmitir a través de cada trazo, estructura y simbolismo, podemos indicar que estamos apreciando la estética de la obra (y esto dentro del arte es sumamente valioso).

La estática la podemos definir como el análisis de la naturaleza y la belleza por parte de los individuos, los cuales pueden estar estrechamente relacionado con las artes. Su nombre deriva del latín moderno aestheticus, y también del griego aisthētikós que significa “percepción o sensibilidad” a través de los sentidos.

Cuando se valora una obra de arte como “bella” o “sublime” el crítico debe utilizar sus conocimientos sobre el arte y emitir su juicio estético. A su vez, el concepto de estética ha evolucionado con el tiempo y se han dividido en varias corrientes, algunas de ellas pueden ser los siguientes:

  • La estética clásica: Fue un concepto desarrollado durante la Antigua Grecia, en especial cuando estaban los romanos. Allí se desarrolló el fundamento de las nociones futuras de lo bello en Occidente. Para ellos, lo bello, lo bueno y lo verdadero eran una sola cosa, y su naturaleza tenía que ver con la mesura, la armonía, la justicia y la adecuación al ideal de una época.
  • La estética medieval: Este tipo de corriente nació durante el Medioevo, donde fue una época mayoritariamente religiosa en Occidente, en la que el pensamiento cristiano imperó por encima de los demás. Así, el concepto de belleza tenía que ver con los valores fundamentales cristianos: la fe en Dios, el sacrificio, la pasión y la pureza, o sea, con la moral más que con las apariencias.
  • La estética moderna: Se desarrolló durante el Renacimiento, cuando se rompió con la tradición cristiana y reivindicó lo clásico en el marco de las ideas del humanismo y la Ilustración, para quienes pensaban a la razón como un concepto central. Las ideas de belleza de la época se atribuían a lo planificado, lo estructurado, lo simétrico y lo armónico. Se pensaba a la belleza a partir de la perfección y el orden, sin dar espacio a la extravagancia o la desproporción.
La estética dentro del arte cinético - Claudio Antonio

Bajo este concepto, el arte cinético también se levanta y a su vez crea una percepción de la estética según el color, forma de la estructura y armonía, que juntos hacen un espectáculo para la vista de las personas.

Entre las características propias de la estética, el arte cinético abarca varias que permiten que pueda entrar en armonía, algunas de ellas son las siguientes:

  • Cualidades sensoriales: El arte cinético permite que las personas que lo observen tengan una experiencia sensorial, ya que el artista puede hacer que un objeto sea agradable a los sentidos (por ejemplo, su textura, sus colores, su brillo o su timbre).

Además, estas cualidades se perciben mediante los sentidos y, según quién las experimente, varía el placer que producen. Por ejemplo, si una obra cinética permite que la persona pueda atravesarla, entonces garantiza una experiencia sónica y táctil.

  • Cualidades formales: Esto se encuentra conformado por el modo en que en el objeto se combinan los elementos que lo componen, o la relación que puede percibirse entre ellos. Por ejemplo, dentro del arte cinético se conforma por formas y colores, si estos unidos tienen armonía entonces puede tener este tipo de cualidades.
La estética dentro del arte cinético - Claudio Antonio
  • Cualidades vitales: Refieren al contenido existencial o vivencial de un objeto, es decir, a las ideas que evoca, a los sentimientos que transmite o a las vivencias que recupera. Un ejemplo de ello, es cuando los artistas reflejan parte de su historia o experiencias en cada obra.

Elías Crespín: Nueva era del arte cinético

Muchos son los artistas latinoamericanos que se han destacado dentro del arte cinético. Carlos Cruz Diez, Jesús Rafael Soto, Alejandro Otero, entre otros, han abierto paso con el tiempo a la generación de relevo dentro de este estilo de arte, dando la pauta en cuanto a color, movimiento y creatividad. Entre los exponentes de esta nueva generación se encuentra Elías Crespín.

Este artista venezolano empezó a escucharse desde el 2020, cuando el 25 de enero presentó una obra de arte cinético es ahora parte de la colección permanente del Museo del Louvre, dando así mucho de qué hablar.

Es considerado el primer artista latinoamericano en tener una obra en este museo y lo más resaltante es que sus obras se han desarrollado principalmente en el exterior, aunque al inicio de su carrera expuso en algunas galerías y museos del país.

Este artista nació en el año de 1965 en Caracas (Venezuela), y estudió ingeniería informática. Aunque usted no lo crea, por sus venas corre sangre artística ya que es nieto de Gego y Gerd Leufert, además de ser hijo de matemáticos, cosa que le agrega un plus significativo dentro de su arte.

Elías Crespín-Nueva era del arte cinético -Claudio Antonio

Durante su desarrollo artístico pudo tener contacto con artistas, amigos de sus abuelos, y haber atestiguado sus procesos creativos deben haberlo impactado de alguna manera. Su primera obra fue Malla Electrocinética I (2004), la cual le tomó dos años de trabajo. Conjugar sus dos universos de pertenencia, el arte y la informática, han hecho que produzca obras que en esencia son una reflexión matemática sobre el movimiento.

En el 2018, Crespin fue comisionado por el Museo del Louvre, para el cual desarrolló “L’Onde du Midi” (2020), una escultura móvil a gran escala en la cual 128 cilindros de metal penden de cables de nailon conectados a motores programados que generan movimiento de manera algorítmica.

Las ondulaciones y transformaciones de la pieza crean una coreografía cuyo motivo son las líneas y planos de la arquitectura del museo, materializando la abstracción de las continuidades formales entre la obra y el espacio. La investigación de Crespin concierne al tiempo, la forma y el movimiento; no como elementos cinéticos atados a la estética, sino como elementos matemáticos vinculados al análisis y a la programación.

Sus obras han sido expuestas en varias exposiciones internacionales individuales y colectivas entre las que destacan, la Exposición Internacional en Astana; la XIII Bienal de Cuenca; la Bienal de Busan Corea en; el Grand Palais; la Maison de l’Amérique Latine; el Musée de la Musique de París; el Musee de Louvre; la Fondation Boghossian; la Verrière Hermès de Bruselas; The Museum of Fine Arts, Houston (MFAH); y el Ullens center for contemporary art en Beijing.

La obra

L’Onde du Midi pertenece a la categoría de «Plano Flexionante», está formada por 128 tubos cilíndricos alineados paralelamente, suspendidos en el aire por hilos transparentes, que constituyen un plano horizontal rectangular de casi diez metros de largo (1,50 x 9,50 m) cuando está en reposo. Al accionarse en el espacio, alcanza una amplitud de 3 a 4,50 metros de alto, al ritmo de secuencias establecidas mediante algoritmos numéricos.

Esto sin duda representa una especie de “coreografía ondulatoria”, en donde la linealidad mecánica está ausente, privilegia la lentitud y favorece la contemplación. Frente a ella, el espectador se ve sumergido en una danza lenta y grácil de formas infinitas e impredecibles.

Su configuración espacial es aleatoria y nos sorprende continuamente, a través de formas que se expanden, aplanan y difractan; pasando del orden al caos, de lo simple a lo complejo. Asimismo, la escalera meridional se transforma así en el escenario de un silencioso ballet, brindando al visitante un alto en el camino y una vista espectacular. 

Elías Crespín-Nueva era del arte cinético -Claudio Antonio

Todo sobre el arte contemporáneo

Formas, luces, movimiento, ilusión y experiencia sensorial es parte de lo que involucra el desempeño del arte contemporáneo en el mundo, puesto a que la misma abarca las formas de arte dentro de nuestra era, las cuales son producidas e interpretadas como un reflejo de la sociedad actual a partir del siglo XX.

Aunque creamos que el arte contemporáneo es fácil de entender, este se trata de un concepto difícil de acotar y cuyos límites varían enormemente dependiendo de a quién se le consulte, a punto tal que para muchos no existe realmente una distinción entre arte moderno y arte contemporáneo y esto se basa principalmente en su raíz.

Para algunos estudiosos del arte,  lo moderno es propio del siglo XIX y primera mitad del XX, dejando lo contemporáneo para finales del XX e inicios del XXI. Pero no existe consenso al respecto, pues en el fondo se trata de delimitaciones estéticas y no cronológicas.

Todo sobre el arte contemporáneo - Claudio Antonio

El arte contemporáneo, entonces, se podría definir dentro de una línea de tiempo de mediados y finales del siglo XIX por los ciertos rasgos estéticos y ciertas preocupaciones filosóficas de su momento. Por eso algunos prefieren incluso utilizar el término “postmoderno” para referirse a lo estrictamente contemporáneo.

En todo caso, el arte contemporáneo es una categoría amplia y complicada que engloba las manifestaciones artísticas y los estilos artísticos más recientes de la humanidad, y es propio de la sociedad industrial y postindustrial (o digital).

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Entre sus características resaltan las siguientes:

  • La experimentación y lo nuevo son un valor en sí mismo, sobre todo en lo que a nuevas técnicas y nuevos materiales se refiere, lo cual incluye hacia finales del siglo XX la aparición del arte digital y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías.
  • Se resignifican muchos de los elementos centrales de la tradición artística, a menudo de manera irónica.
  • Se abandona lo figurativo y se abraza la abstracción, la figura geométrica, la línea y el caos como métodos expresivos posibles.
  • La reflexión sobre la naturaleza del arte y del artista es constante, y eso abarca también los espacios de legitimación como museos, instituciones, etc.
  • Se cruzan las fronteras entre géneros, apuntando a un arte híbrido, mestizo, indeterminado.

El arte cinético entra en este tipo de corriente, ya que aporta renovación, modernismo y elementos que pueden ser centrales como tradicionales.

Recordemos que el arte cinético es un movimiento artístico el cuál se desarrolló por primera vez en 1920, y que consiste en que las obras tienen algún movimiento o parecen tenerlo, por lo que suelen interactuar con elementos en el “exteriores” como pueden ser el viento o el agua; algunos tipos de motores; e incluso la luz o el electromagnetismo.

Dentro de esta corriente artística se puede a su vez clasificar en tres tipos de estructuras que se observan dentro del arte cinético, como lo son:

  • Los estables: este tipo de obras tienen un carácter fijo, lo que permite que el espectador pueda rodear la obra y percibir en diferentes ángulos el movimiento.
  • Los móviles: por su parte, las obras móviles producen un movimiento real, y por tanto van cambiando su estructura constantemente. Siendo «heraclitianos», a cada instante nace una obra distinta.
  • Los penetrables: Son obras son ensamblajes en espacios reales y el espectador debe recorrerlas, penetrar en ellas, siendo el espectador el productor de movimiento.

Entre las características del arte cinético se basa en la búsqueda de movimiento, pero también en la mayoría de las obras el movimiento es real, no virtual. Para realizar la obra el artista se plantea y sigue una estructura rigurosamente planificada.

Por lo general, los materiales utilizados para realizar obras cinéticas deben ser fáciles de manipular, de cambiar su forma y que aporten dinamismo. Los más comunes son el acero, el metal o la madera, y son accionadas mediante mecanismos impulsados por agua o por alguna fuerza motriz.

Todo sobre el arte contemporáneo - Claudio Antonio