El cinetismo, como ya lo hemos explicado en ocasiones, no solo se puede detallar en esculturas, también en la pintura puede existir una gran influencia de esta corriente artística. Muestra de ello es el pintor francés Albert Gleizes quien en el año 1881-1953, describió la filosofía creativa cinética.
Gleizes es considerado como un filósofo ideal de las artes que desarrolló su trabajo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Europa, y específicamente en Francia, donde nació.
Entre sus teorías y tratados de 1912 que hablaban del cubismo le dieron una reputación reconocida en cualquier discusión artística, por lo que su reputación le permitió actuar con una considerable influencia al apoyar el estilo plástico o el movimiento rítmico del arte en los años 1910 y 1920.
Asimismo, el pintor francés publicó una teoría sobre el movimiento, la cual se articuló dentro de sus teorías sobre los usos psicológicos y artísticos del movimiento en conjunción con la mentalidad que surge al considerar el movimiento. En tal sentido, afirmó repetidamente en sus publicaciones que la creación humana implica la renuncia total a la sensación externa. Eso para él es lo que hace que el arte sea móvil cuando para muchos, incluido Rodin, es rígida e inamovible.
Cabe destacar, que Gleizes hizo hincapié en la necesidad de que el arte tuviera un ritmo, ya que Para él, el ritmo posee un significado que involucra la coincidencia visual que debe ser agradable de las figuras en un espacio bidimensional o tridimensional.
Explicó que las figuras deben espaciarse matemáticamente o sistemáticamente para que parezcan interactuar entre sí y que las figuras tampoco debería tener características que sean demasiado definidas por lo que se necesitan tener formas y composiciones que son casi confusas, y desde allí el espectador puede creer que las figuras se están moviendo en ese espacio confinado.
Hay que recordar que las pinturas, esculturas e incluso obras planas de artistas de mediados del siglo XIX se debían mostrar cómo las figuras podían transmitir al espectador que había un gran movimiento contenido en un cierto espacio. Como filósofo, Gleizes también estudió el concepto de movimiento artístico y cómo eso atraía al espectador. Gleizes actualizó sus estudios y publicaciones durante la década de 1930, justo cuando el arte cinético se estaba haciendo popular.
Entre su trabajo podemos destacar los siguientes aspectos:
- Como parte de su primera etapa abarca obras realizadas entre los años 1901 y 1909, en las que se inspira en el impresionismo y el simbolismo social.
- Siguió pintando mientras servía en el ejército francés entre 1903 y 1905 exponiendo dos pinturas en el Salon d’Automne, una exposición anual de artistas independientes en 1904.