El arte cinético ha evolucionado a medida que pasa el tiempo y ha generado una serie de artistas que han aportado un grano de arena a la construcción de este arte como lo conocemos actualmente. Dejando a un lado las limitantes de la época e inyectándole dinamismo, modernismo y mucho color a cada obra.
Por eso, te presentamos tres artistas plásticos europeos importantes que aportaron al crecimiento del arte cinético en el mundo:
Fue un pintor francés el cual perteneció al movimiento del arte conceptual y formó para el año 1967 el movimiento artístico que bajo las siglas BMPT se presentó en la capital francesa en 1967. Tras finalizar sus estudios secundarios Buren se matriculó en la Ecole Nationale Supérieure des Métiers d’Art de París y consiguió el título de licenciado en Bellas Artes en la especialidad de pintura en 1961.
Para el año de 1966 su amistad con los artistas Olivier Mosset (1944), Niele Toroni (1937) y Michel Parmentier, fue de gran importancia e influencia, tanto que esta unión ayudó a la creación del grupo BMPT. Este grupo se encontraba fuertemente influido por el Situacionismo propagado por Guy Debord en su libro “La sociedad del espectáculo”, y el cual propugnaba una interactividad entre el individuo y su entorno.
Su primera exposición conjunta se inauguró el 3 de enero de 1967 con motivo del XVIII Salón de Pintura Joven de París. Los cuatro artistas presentaron varios lienzos que tenían en común la sobriedad formal y su gran formato. Para cuestionar, tanto su obra como el certamen en el que se exhibía, al día siguiente de la inauguración, Buren, Mosset, Parmentier y Toroni descolgaron sus lienzos para, según ellos «desolidarizarse de manera definitiva de todos los salones parisienses».
- Jean Tinguely
Fue uno de los artistas más originales del siglo XX, ya que su trabajo se centró en el movimiento expresado en términos futuristas dando vida a objetos cotidianos. Juntos como un solo ser hizo robots impulsados por la «mecánica del azar».
Tinguely fue un pintor Suizo que desde temprana edad comenzó sus estudios como decorador y entró en la Escuela de Artes Aplicadas de Basilea. Allí conoció a su primera novia, Eva Aeppli, y realizó sus primeras esculturas de metal como Stabilé II (c. 1948). Desde el principio, la influencia de Alexander Calder, Vassilij Kandinsky se hizo evidente en su trabajo.
En 1955, Tinguely participa en la primera exposición sobre arte cinético de la Galería Denise René. También se incluyeron en la muestra las obras de Alexander Calder, Marcel Duchamp y Victor Vasarely. En 1959, Tinguely inaugura la serie Meta-Matics: esculturas mecánicas que dibujan por sí mismas y funcionan con gasolina. Se exhibieron varios modelos en la Galería Iris Clert, así como una versión monumental durante la primera Bienal de París, bajo el asombro de André Malraux.
Vásárhelyi Győző, rebautizado en Francia como Victor Vasarely, fue el padre del Op art, una tendencia artística de corte abstracto desarrollada sobre todo en los años 60, que se basa en jugar con nuestros ojos para conseguir imágenes que simulan movimiento y toda suerte de ilusiones ópticas.
El artista plástico comenzó a estudiar medicina en Hungría, pero eso no era lo suyo. Se interesó más bien por el arte abstracto de Mondrian y Malévich, gente muy interesada por lo que la geometría podría aportar al arte.
Vasarely llamó a todo esto cinética visual (cinétique plastique) y se basaba en la percepción del espectador que al final, se considera el único creador de la obra. O más bien el ojo del espectador, un miembro del cuerpo humano muy fácil de engañar.
El arte de Vasarely es pues un timo, una estafa, un engaño. Un engaño en el buen sentido de la palabra, si es que la palabra tenía buen sentido. Al menos Vasarely se lo dio.