Alexander Calder, el precursor de la escultura cinética

Claudio Antonio: Alexander Calder, el precursor de la escultura cinética

Alexander Calder fue un escultor estadounidense conocido por ser el inventor de las esculturas cinéticas colgantes, conocidas como “móvil”, y fue uno de los principales precursores de la escultura cinética

Nació el 22 de julio de 1898, en LawtonPensilvania, y falleció el 11 de noviembre de 1976, en la ciudad de Nueva York. Durante su carrera profesional no solo se le reconoció por sus esculturas, también creó pinturas, grabados, miniaturas como su famoso Cirque Calder, escenografía, joyas, tapices, alfombras y carteles políticos.

Fue honrado por el Servicio Postal de los Estados Unidos con un conjunto de cinco sellos de 32 centavos en 1998. Además, recibió la Medalla Presidencial de la Libertad después de negarse a recibirla de Gerald Ford en protesta por la Guerra de Vietnam; esta medalla la recibió en 1977, un año después de su muerte.

Entre sus obras más importantes, destacan las monumentales “Nubes Flotantes” (1952-1953), que se encuentran en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela en CaracasVenezuela. Esta obra forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Las nubes de Calder fueron especialmente diseñadas para combinar el arte y la tecnología, haciendo del auditorio una de las cinco salas con la mejor acústica del mundo. Un factor interesante y novedoso fue el sonido, y lo tuvo presente en sus obras, dado que sus estructuras chocaban unas con otras.

Claudio Antonio: Alexander Calder, el precursor de la escultura cinética

Igualmente, se interesó por las sombras que proyectaban sus móviles, cambiantes como su pieza en sí, por lo que empezó a cuidar la iluminación de los espacios expositivos.

Un talento de familia

Alexander Calder proveniente de una familia de escultores. Su abuelo, el escultor Alexander Milne Calder, nació en Escocia y había emigrado a Filadelfia en 1868. Sus progenitores también se dedicaban al oficio del arte, pues su padre Alexander Stirling Calder fue un conocido escultor que creó muchas instalaciones públicas y su madre, Nanette Lederer Calder, era una retratista profesional que había estudiado en la Academia Julian y en la Universidad de la Sorbona en París desde 1888 hasta 1893. 

En 1894 Nanette se mudó a Filadelfia, donde conoció a Stirling Calder mientras estudiaba en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania. Los padres de Calder se casaron el 22 de febrero de 1895.

En el año 1902, Calder posó desnudo para la escultura de su padre “The Man Cub” y ese mismo año completó su primera escultura, un elefante de arcilla. Tres años más tarde, el padre de Alexander contrajo tuberculosis y los padres de Calder se mudaron a un rancho en OracleArizona, dejando a los niños al cuidado de unos amigos de la familia.

Los niños se reunieron con sus padres a finales de marzo de 1906 y se quedaron en el rancho en Arizona hasta el otoño del mismo año. Después de Arizona, la familia se mudó a PasadenaCalifornia.

Claudio Antonio: Alexander Calder, el precursor de la escultura cinética

El sótano con ventana de la casa familiar se convirtió en el primer estudio de Calder y recibió su primer conjunto de herramientas. Utilizó trozos de alambre de cobre que encontró en la calle para hacer joyas para las muñecas de su hermana.

En 1967 creó un móvil en la fábrica Biémont de Tours, en Francia, incluido el “HOMBRE”, todo de acero inoxidable de 24 metros de altura, encargado por la International Nickel de Canadá  para la Exposición Universal de Montreal.

Su vida estuvo dedicada a las esculturas cinéticas. Hizo los mejores trabajos y vivió con tanta pasión el arte que de él brotaba hasta el final de sus días.

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Alejandro Otero Rodríguez fue un pintor y escultor venezolano que logró reconocimiento en el ámbito internacional, pues no solo pudo dejar un gran legado en el mundo del arte, sino que supo posicionar y enaltecer el nombre de su país. Es, junto a Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez, uno de los artistas cinéticos más importantes de Venezuela.

Una de las técnicas desarrolladas por Otero fue los Coloritmos que marcaron un hito en el devenir del arte moderno latinoamericano del siglo XX. A lo largo de su vida, el autor describió y comentó estos vistosos tablones en entrevistas y libros de arte.

Sin embargo, más allá de esas declaraciones, que luego de la muerte de Otero fueron replicadas en otras publicaciones, era insuficiente lo que se sabía acerca de estas pinturas, pues en realidad, hasta ahora no se contaba con un documento que aclarara las dudas e interpretaciones surgidas entre especialistascoleccionistas público en general acerca del origen, desarrollo y destino de las obras que conforman esta serie.

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Otero trabajó esta serie con pintura industrial aplicada con compresor y plantillas sobre láminas de formica alejándose de esta manera de las calidades pictóricas para insistir en las puramente compositivas. 

En 1956 el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquiere el primer Coloritmo y es incluido en la representación venezolana a la XXXVIII Bienal de Venecia con 5 obras. Los Coloritmos tendrán repercusión latinoamericana y le merecerán a Otero reconocimientos en Barranquilla (1957) y Sao Paulo (1959).

En 1958 obtuvo el Premio Nacional de Pintura en el XIX Salón Oficial Anual de Arte Venezolano con su Coloritmo N° 35. En ese instante la pintura abstracta, la pintura no objetiva, quedó no solamente reconocida oficialmente, lo cual ya había tenido lugar al participar en salones anteriores, sino que resultaba premiada como expresión de una de las principales corrientes de nuestro lenguaje plástico. 

Este hecho hubo de revolucionar el concepto estético del mensaje pictórico, dentro del pronunciamiento genérico de las diferentes tendencias que venían realizándose desde años atrás en Venezuela.

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Otero participó en 1959 en la V Bienal de Sao Paulo donde su serie de los Coloritmos queda consagrada. A finales de 1960 viajó nuevamente a París, donde permaneció hasta 1964. En este período su obra sufrió profundos cambios al abandonar el riguroso y colorido abstraccionismo geométrico de los Coloritmos en la serie Telas Blancas, desarrollada a partir de 1960 siguiendo los postulados de la monocromía.

En estas obras, el color prácticamente desaparece. Lo único que subsiste es la aproximación a la forma plástica en superficies monocromáticas de naturaleza formalista y factura pastosa.