Claudio Antonio: La formación del artista Carlos Cruz Diez en la formación de las artes plástica comenzó en 1940

El artista Carlos Cruz-Diez (Caracas 17 de agosto de 1923 – París 28 de julio de 2019) es uno de los representantes más internacionales del arte óptico y el cinetismo.

Sus obras han estado presentes en el paisaje urbano de Caracas, en otras ciudades del país y en muchas capitales del mundo hace no menos de cinco décadas, y desde entonces se ha mantenido como un artista vital con proyectos que aún hoy siguen ampliando sus consideraciones sobre un “acontecimiento real y primigenio: el color”.

Su formación en las artes plásticas comienza en 1940. Como muchos creadores, Cruz-Diez también se inició en la Escuela de Bellas Artes de Caracas, en donde obtiene el diploma de profesor de Artes Aplicadas.

En 1944 trabaja como diseñador gráfico de la Creole Petroleum Corporation, al tiempo que realiza ilustraciones y cómics para la prensa y otras publicaciones. Se desempeñó como director creativo de la agencia McCann Erickson, e ilustrador del diario El Nacional.

Luego de una serie de viajes temporales entre Nueva York y París, ocurre la muestra Le Mouvement (París, 1955, Galería Denise René) centro en donde se da lugar su reencuentro con el también artista venezolano Jesús Soto (único latinoamericano invitado a dicha exposición), Víctor Vasarely y Alexander Calder, entre otros iniciadores del arte cinético.

El evento fue determinante en el rumbo que habría de tomar el trabajo artístico de Cruz-Diez, y a raíz del mismo surgen sus propósitos de “llevar el arte a la vida cotidiana”, entender su carácter experimental y explorar la relación entre el espectador y la obra. Pero, la razón que hilvana esta serie de principios generales es haber encontrado que “el color es un fenómeno de perenne inestabilidad”.

Así mismo, fue profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes de París (1972 – 1973) maestro titular del Instituto Internacional de Estudios Avanzados (Caracas, 1986 – 1993) y miembro del consejo superior de la Fundación Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz Diez.

El maestro calificó su propuesta cromática en al menos siete líneas de investigación: Color aditivo, Fisicromías, Inducción cromática, Cromointerferencias, Transcromías, Cromosaturación y el color al espacio, comprobaciones representadas en un amplio repertorio de obras, exhibiciones e intervenciones urbanas.

Su legado deviene de detenidos análisis y de haber “fracasado en mi propuesta de convertir las vivencias sociales y folclóricas de mi país en un discurso universal”, (como apuntó en entrevista realizada para la revista digital Prodavinci). Según reveló, comprendió que debía “desprovisto de ingenuidades sentimentales, dedicarme a hacer un análisis profundo de la historia, de lo que debía ser el arte y el artista en la sociedad”.

A partir de estos hechos se topó con algo evidente en el universo cromático de la pintura y que hasta entonces no había sido directamente utilizado por los artistas: “El color que se manifiesta en el espacio, fuera del soporte y sin necesidad de estar pintado ni adscrito a una forma”.