Claudio Antonio: Arte cinético, la expresión de las esculturas a través del movimiento

Claudio Antonio: Arte cinético, la expresión de las esculturas a través del movimiento

El arte cinético es una forma de expresión adoptada hacia 1954 para designar las creaciones artísticas fundadas en la introducción del movimiento como elemento plástico dominante en la obra.

Sin embargo, desde el año 1912 numerosos exponentes del arte experimentaron con producciones cinéticas, como fue el caso de Larionov y Archipenko. Posteriormente, en los años 20, esta manera se implementó en las construcciones de Gabo y Moholy-Nagy, sin olvidar las Placas de vidrio rotativas de Duchamp.

Estos se convirtieron en los antecedentes de una serie de creaciones que manifiestan la influencia del ambiente tecnológico de los 50, siendo muchas de ellas expuestas en la Galería Denise René de París en 1955 bajo el ilustrativo título de “Le Mouvement”. Allí, participaron artistas jóvenes que habían realizado experimentos creativos que sobrepasaban las fronteras de la pintura y la escultura tradicional por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Claudio Antonio: Arte cinético, la expresión de las esculturas a través del movimiento

Con el pasar de los años, procedían de IsraelSuizaBélgica y Sudamérica elaborados trabajos con el factor común de sus obras que era la apuesta por el movimiento en contraste con la idea de la inmutabilidad de la belleza. Estos buscaban incurrir de ese modo en la cuarta dimensión del tiempo, anticipada por los constructivistas en los veinte.

Diez años más tarde la exposición “The Responsive Eye”, en el Museum of Modern Art de Nueva York (MoMA), supone la consagración oficial del arte cinético, influido también por los experimentos de la Bauhaus con el color y la luz y los móviles de Alexander Calder.

Como indica Frank Popper, el movimiento puede ser real o virtual. En el movimiento virtual los efectos ópticos crean la ilusión de movimiento recurriendo a la psicología de la percepción; en ello trabajan artistas como Víctor VasarelyBridget RileyJesús Rafael Soto y Carlos Cruz-Diez, entre otros. Mientras, el movimiento real se produce por medios naturales, como el viento en los móviles de Calder, o por medios mecánicos, utilizando motores, como en ciertas obras de Tinguely.

Claudio Antonio: Arte cinético, la expresión de las esculturas a través del movimiento

En España el arte cinético está representado a través del Equipo 57 y de artistas notables como Eusebio Sempere, y en América Latina tuvo un gran eco, sobre todo gracias a artistas que vivieron en Europa, tal es el caso de Julio de Parc y Gyula Kosice de ArgentinaMatilde Pérez de Chile y los ya mencionados Soto y Cruz-Diez en Venezuela.

Claudio Antonio: Carlos Cruz Diez cuestionó su trabajo en El Nacional por lo que lo llevó a interesarse por la fenomenología del color

Carlos Cruz Diez, para el año de 195, contrajo matrimonio con Mirtha Delgado y durante ese tiempo trabajó como ilustrador para el diario El Nacional, en Caracas. Se cuestionó su propio trabajo dentro de la figuración y comenzó a interesarse por la fenomenología del color.

Es por eso que laboró en varios proyectos para murales en exteriores, en los que jugó con el color, la sombra y el reflejo. En 1955 realizó una exposición individual en el Museo de Bellas Artes de Caracas (MBA) bajo el título Carlos Cruz-Diez.

Durante un año, fijó su residencia en Masnou (Barcelona) y desde allí viajó a París y visitó a su compatriota Jesús Soto, que ese mismo año de 1955 participaba en la mítica exposición “Le Mouvement”, en la galería Denise René. En 1956 expuso en la galería Buchholz, en Madrid.

Para el año de 1957 regresó a Venezuela y fundó su propio taller de artes gráficas y diseño industrial. Se interesó por fenómenos de la percepción óptica y estudió las investigaciones que sobre el color habían desarrollado Isaac Newton, Johann Wolfgang von Goethe, Josef Albers, Piet Mondrian, Kasimir Malevich y otros.

Al año siguiente, se convirtió en director adjunto y profesor de la Escuela de Artes Plásticas de Caracas.

En 1960 efectuó una exposición individual en el Museo de Bellas Artes de Caracas, donde presentó por vez primera las Fisicromías.

Del catálogo de esta muestra son las siguientes reflexiones del artista: “Partiendo del proceso aditivo, he tomado el rojo y el verde como únicos colores primarios, el blanco como fuente de luz o color con más poder reflectivo y el negro como negación de la luz. Esta gama aplicada sobre un plano único produce una mezcla aditiva de colores que, en realidad, no han sido aplicados. Resulta, pues, un color virtual o subjetivo”.

Más tarde,  se trasladó a París, donde fijó su residencia definitiva.