Conoce el coloritmo de Alejandro Otero

Alejandro Otero es un artista plástico venezolano que ha dejado en alto el nombre del país, por sus increíbles obras de arte, su mística al momento de trabajar y cómo lleva el arte cinético al próximo nivel.

En este sentido, una de las obras que más ha destacado Otero desde su trayectoria es la llamada “Coloritmos” que marcó un hito durante la década de los 50 dentro del arte moderno de Latinoamérica dentro del siglo XX, siendo esto muy característico e impresionante. A lo largo de la vida del artista venezolano escribió diversos textos que fueron publicados en entrevistas y libros de arte que proporcionaron información sobre el origen, desarrollo y destino de cada una de las obras que conforman este trabajo.

Esto a su vez, fue insuficiente para los amantes y conocedores del arte, puesto a que no se contaba con un documento que aclarara totalmente las dudas de la obra, quedando a la interpretación de los especialistas, coleccionistas y público en general.

Conoce el coloritmo de Alejandro Otero - Claudio Antonio

Pero, lo que se conoce de la obra de Otero es que a raíz de esto se realizó el libro Los coloritmos de Alejandro Otero: Catálogo razonado, el cual habla sobre esta obra de arte siendo el primer estudio en profundidad que reúne, en un volumen editado, los resultados de la investigación de casi dos décadas realizada por Juan Ignacio Parra S. y Rafael Romero D.

Asimismo, dentro del ensayo existe una especie de “apertura”, donde se analiza la visión de la curadora y especialista en conservación de archivos, Lourdes Blanco, la cual buscó evidencia documental que sustenta todo catálogo razonado. Dentro de esto sus comentarios son especialmente valiosos si se toma en cuenta que se trata de un producto prácticamente ausente en el contexto editorial venezolano.

Por su parte, Rafael Romero D. ofrece un detallado reporte de la investigación, donde describe los aspectos técnicos, históricos, de procedencia y bibliográficos, entre otros que se abordaron para el registro de los Coloritmos. Con esta información se organizaron las obras de acuerdo con la numeración asignada por el artista a cada ejemplar y se elaboró la presentación final según las exigencias de un catálogo razonado.

La Obra

Para que los amantes del arte puedan comprender la importancia y  trascendencia que tiene los Coloritmos de Otero, es importante tomar en cuenta su contexto histórico en el cual se desarrolla esta obra. La misma se desarrolla a principios de 1950, cuando Alejandro Otero se encontraba en Francia, donde tuvo noticias del programa de intervención artística que comenzaba a gestarse para la futura Ciudad Universitaria de Caracas.

 Bajo este contexto, la obra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, el proyecto de la nueva sede para la universidad había tenido un inicio de inspiración academicista. Pero, después de la construcción de los primeros edificios, el arquitecto decidió dar a su obra un giro hacia un estilo plenamente moderno.

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Es allí donde surgió la convocatoria a un grupo de reconocidos artistas extranjeros y venezolanos, entre ellos Otero, quienes con sus creaciones dieron en el contexto regional un fuerte apoyo a las tendencias abstractas. El resultado de aquella singular experiencia es lo que hoy en día se conoce bajo el nombre de la Síntesis de las Artes.

Al igual que el proyecto de Villanueva, otros planes de mejoramiento urbano en varios lugares de Venezuela se plantearon seriamente la participación de artistas visuales. Seguramente influenciado por estas iniciativas, Alejandro Otero viajó a Holanda en el invierno de aquel año y encaminó sus estudios hacia la obra de Piet Mondrian.

Es importante resaltar, que esta obra es la primera consecuencia de aquella travesía fue el viraje de su trabajo hacia la abstracción geométrica. En este lenguaje encontraría el cauce de la nueva era que vislumbraba para la expresión del arte de su país. Esto sin duda, es una clara razón del valor que tenían entonces la arquitectura y el espacio público como condicionantes de la obra, le hicieron ver que el futuro del arte en América Latina se vislumbraba fuera de los muros del museo.

Claudio Antonio: Alejandro Otero y el éxito de sus Coloritmos

Claudio Antonio: Alejandro Otero y el éxito de sus Coloritmos

Alejandro Otero Rodríguez nació en el Manteco, estado Bolívar, Venezuela, el 7 de marzo de 1921, y falleció en Caracas, Venezuela, el 13 de agosto de 1990. Fue un pintor y escultor, quien junto a Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez, es considerado uno de los artistas cinéticos más importantes de Venezuela.

Entre 1955 y 1960 trabajó en la etapa de los Coloritmos, tablones verticales pintados al duco. Otero trabajó esta serie con pintura industrial aplicada con compresor y plantillas sobre láminas de formica alejándose de esta manera de las calidades pictóricas para insistir en las puramente compositivas.

En el año 1956 el Museo de Arte Moderno de New York adquiere el Coloritmo N.º 1, a su vez, Otero es incluido en la representación venezolana a la XXXVIII Bienal de Venecia con 5 obras. Desde ahí, sus Coloritmos tendrán repercusión latinoamericana y le permitirán hacerse con el reconocimiento en lugares como  Barranquilla, en 1957,  y Sao Paulo, en 1959.

Durante el 57, el escultor sostuvo una fuerte polémica con el escritor Miguel Otero Silva defendiendo el abstraccionismo y la modernidad, que se originó el desacuerdo de los criterios manejados en la entrega de premios del XVIII Salón Oficial Anual de Arte Venezolano

Claudio Antonio: Alejandro Otero y el éxito de sus Coloritmos

Hasta ese momento Alejandro Otero había publicado artículos combativos que habían despertado polémicas, como la que sostuvo con Mario Briceño Iragorry en 1952, pero en esta ocasión, Otero Silva y él usaron las páginas de los principales diarios en Caracas como lo eran El Nacional y El Universal, para revelar que a los abstraccionistas se les reprochaba una tendencia cuyo “signo es la evasión” y el “frío invernadero de una fórmula repetida”.

Otero también incursionó el mundo del teatro, donde realizó la escenografía para “El Dios Invisible”, del reconocido Arturo Uslar Pietri, experiencia que repetirá con las escenografías de “Calígula”, de Albert Camus, “Fuenteovejuna” de Lope de Vega, en esta última el artista no dudó en crear un escenario de estructuras puras en contraste con los vestuarios de época.

Recibió el Premio Nacional de Pintura en el XIX Salón Oficial Anual de Arte Venezolano con su Coloritmo N° 35, en el año 1958. Participó, ese mismo año, en la reformulación conceptual de la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas que, a partir de ese momento, se llamó Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, institución en la que reinició actividades docentes. Se desempeñó como Coordinador del Museo de Bellas Artes entre 1959 y 1960.

Claudio Antonio: Alejandro Otero y el éxito de sus Coloritmos

Participó en 1959 en la V Bienal de Sao Paulo donde su serie de los Coloritmos queda consagrada. A finales de 1960 viaja nuevamente a París, donde permaneció hasta 1964. En este período su obra sufrió profundos cambios al abandonar el riguroso y colorido abstraccionismo geométrico de los Coloritmos en la serie Telas Blancas, desarrollada a partir de 1960 siguiendo los postulados de la monocromía.

En estas obras, el color prácticamente desaparece. Lo único que subsiste es la aproximación a la forma plástica en superficies monocromáticas de naturaleza informalista y factura pastosa.

Carlos Cruz Diez: un hombre de gran trayectoria y fuente de inspiración para otros artistas

Carlos Cruz Diez-un hombre de gran trayectoria y fuente de inspiración para otros artistas-destacada

Carlos Cruz-Diez es uno de los mayores referentes del arte óptico y cinético en Latinoamérica y fue considerado como uno de los padres del arte cinético y del Op-art, corrientes que “reivindican la toma de conciencia de la inestabilidad de lo real”. Este tipo de arte, enfocado en el uso de efectos de color y gráficos tienen como fin crear sensación de movimiento en una superficie bidimensional.

Además fue uno de los artistas más innovadores, dado que empleó elementos como el color para crear experiencias visuales originales. A través de sus obras, abrió un diálogo sobre la percepción y por medio de la observación fija de la obra se aprecia el movimiento y el color, lo que termina convirtiéndose en una realidad autónoma.

Expertos del arte sostienen que “el discurso plástico de Carlos Cruz-Diez gravita alrededor del fenómeno cromático concebido como una realidad autónoma que evoluciona en el espacio y en el tiempo, sin ayuda de la forma ni del soporte, en un presente continuo”.

Carlos Cruz Diez: un hombre de gran trayectoria y fuente de inspiración para otros artistas

Cabe destacar que, Cruz-Diez estudió la forma en la que el color es concebido como una realidad autónoma, así como la manera en la que se desarrolla en el tiempo y espacio real sin necesidad de herramientas de soporte.

Además de la creación de sus obras, también dedicó su vida a la difusión artística y se desempeñó como presidente de la Fundación del Museo de la Estampa y del Diseño “Carlos Cruz-Diez” en su natal Venezuela. Su labor en las áreas de la educación las artes y las letras en su país fue reconocida con la Orden de Andrés Bello.

Cruz-Diez dejó un gran legado que se exhibe en diversos espacios del mundo de manera permanente. Por ejemplo, el Museum of Modern Art (MoMA) en Nueva York; la Tate Modern de Londres, el Museum of Fine Arts de Houston y el Wallraf-Richartz Museum de Colonia. Sin olvidar dos recintos de la ciudad que lo acogió y en la que desarrolló gran parte de su obra: el Musée d’Art Moderne de la Ville de París y el Centre Pompidou. Además, se han realizado varias retrospectivas durante 2019 y 2020 en museos y galerías de Alemania, Estados Unidos.

Carlos Cruz Diez: un hombre de gran trayectoria y fuente de inspiración para otros artistas

El célebre autor fue fuente de inspiración para otros artistas de todo el mundo y un ejemplo de ello es Felipe Pantone. El artista argentino-español declaró en diversas ocasiones que Cruz fue uno de los referentes que tuvo desde el inicio de su trayectoria.

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Alejandro Otero Rodríguez fue un pintor y escultor venezolano que logró reconocimiento en el ámbito internacional, pues no solo pudo dejar un gran legado en el mundo del arte, sino que supo posicionar y enaltecer el nombre de su país. Es, junto a Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez, uno de los artistas cinéticos más importantes de Venezuela.

Una de las técnicas desarrolladas por Otero fue los Coloritmos que marcaron un hito en el devenir del arte moderno latinoamericano del siglo XX. A lo largo de su vida, el autor describió y comentó estos vistosos tablones en entrevistas y libros de arte.

Sin embargo, más allá de esas declaraciones, que luego de la muerte de Otero fueron replicadas en otras publicaciones, era insuficiente lo que se sabía acerca de estas pinturas, pues en realidad, hasta ahora no se contaba con un documento que aclarara las dudas e interpretaciones surgidas entre especialistascoleccionistas público en general acerca del origen, desarrollo y destino de las obras que conforman esta serie.

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Otero trabajó esta serie con pintura industrial aplicada con compresor y plantillas sobre láminas de formica alejándose de esta manera de las calidades pictóricas para insistir en las puramente compositivas. 

En 1956 el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquiere el primer Coloritmo y es incluido en la representación venezolana a la XXXVIII Bienal de Venecia con 5 obras. Los Coloritmos tendrán repercusión latinoamericana y le merecerán a Otero reconocimientos en Barranquilla (1957) y Sao Paulo (1959).

En 1958 obtuvo el Premio Nacional de Pintura en el XIX Salón Oficial Anual de Arte Venezolano con su Coloritmo N° 35. En ese instante la pintura abstracta, la pintura no objetiva, quedó no solamente reconocida oficialmente, lo cual ya había tenido lugar al participar en salones anteriores, sino que resultaba premiada como expresión de una de las principales corrientes de nuestro lenguaje plástico. 

Este hecho hubo de revolucionar el concepto estético del mensaje pictórico, dentro del pronunciamiento genérico de las diferentes tendencias que venían realizándose desde años atrás en Venezuela.

Claudio Antonio: Conoce los inicios del pintor y escultor Alejandro Otero

Otero participó en 1959 en la V Bienal de Sao Paulo donde su serie de los Coloritmos queda consagrada. A finales de 1960 viajó nuevamente a París, donde permaneció hasta 1964. En este período su obra sufrió profundos cambios al abandonar el riguroso y colorido abstraccionismo geométrico de los Coloritmos en la serie Telas Blancas, desarrollada a partir de 1960 siguiendo los postulados de la monocromía.

En estas obras, el color prácticamente desaparece. Lo único que subsiste es la aproximación a la forma plástica en superficies monocromáticas de naturaleza formalista y factura pastosa.

Arte cinético, la ilusión del movimiento

El arte cinético es una corriente artística en que las obras tienen movimiento o parecen tenerlo. Consiste en una tendencia de las pinturas y las esculturas contemporáneas creadas para generar la impresión de movimiento cuando el espectador la observa.

El término apareció por primera vez en el año 1920, cuando Naum Gabo, un escultor constructivista ruso en su Manifiesto Realista rechazó “el error heredado ya del arte egipcio, que veía en los ritmos estáticos el único medio de creación plástica” y quiso reemplazarlos por los ritmos cinéticos, explicándolos como “formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real”.

Así que, hoy día se conoce como arte cinético, aquellas obras que causan al espectador movimiento e inestabilidad, gracias a ilusiones ópticas, que cambian de aspecto según el punto desde el que son contempladas o por la luz que reciban; ejemplo de esto pueden ser los anuncios luminosos. También están incluidos dentro de este movimiento los móviles sin motor y las construcciones tridimensionales con movimiento mecánico.

De esta manera, a continuación se destacan tres tipos que dan vida a este estilo de arte:

  • Los estables: Son las obras fijas. En éstas, es el espectador quien tiene que rodearlas para percibir el movimiento.
  • Los móviles: Se trata de las obras que producen un movimiento real, y por tanto, van cambiando su estructura constantemente. Siendo “heraclitianos”, a cada instante nace una obra distinta.
  • Los penetrables: Son aquellas obras que poseen ensamblajes en espacios reales y el espectador debe recorrerlas, pasar en ellas, siendo la persona que la observa el productor de movimiento.

Carlos Cruz-Diez  y el movimiento cinético de Venezuela

Este movimiento es encabezado por Carlos Cruz-Diez, quien fue considerado el máximo representante del arte cinético venezolano, pues desde pequeño sintió inclinación por el color y las artes plásticas.

Cruz-Diez desde niño escuchó hablar de literatura, de arte, de música y de teatro, dado que su padre era poeta y su madre le acompañaba en sus lecturas. Pero el dibujo y una gran caja de creyones se convirtió en su actividad favorita a través de los años.

Por otro lado, la proposición artística de Carlos Cruz-Diez se fundamenta en sus ocho investigaciones que ponen de manifiesto los diferentes comportamientos del color:

  • Color aditivo
  • Fisicromía
  • Inducción cromática
  • Cromointerferencia mecánica
  • Transcromía
  • Cromosaturación
  • Cromoscopio
  • Color en el espacio

En cada una de éstas, el artista venezolano presentó obras significativas que lograron cautivar diversos espacios en todo el mundo, lo que lo convirtió en una figura importante del arte cinético en todas partes del planeta.

Carlos Cruz-Diez trabajó durante su carrera con grandes investigaciones: Color Aditivo, Fisiocromías, Inducciones Cromáticas y Cromointerferencias

Carlos Cruz-Diezartista venezolano reconocido por su trabajo con el Cinetismo y cuyas obras han traspasado fronteras, conquistando distintos rincones en todo el mundo.

Las obras de Cruz-Diez, maestro del cinetismo, han dado la vuelta al mundo, especialmente países como Francia, Dinamarca, Alemania y Estados Unidos, que abrieron sus puertas al talento de este gran artista.

De acuerdo con el portal que lleva el nombre del artista, Cruz-Diez trabajo durante su carrera ocho investigaciones: Color AditivoFisiocromíasInducciones CromáticasCromointerferenciasTranscromías Aleatorias y Cabinas de Cromosaturación.

Particularmente, las obras abstractas, que a menudo son geométricas, de Carlos Cruz-Diez se exhiben en muchos de los principales museos del mundo y también en espacios públicos.

A continuación presentamos algunas de sus obras más emblemáticas:

Eye Attack: Op art and kinetic art” (Dinamarca – 2016)

El artista transformó los pasillos centrales de acceso a las salas del museo, en una obra llena de vida y color con esta obra.

Ambientación Cromática” (España – 1992)

En el marco de su inducción a la cromática de doble frecuencia, con esta obra Cruz-Diez llenó de color el “Pabellón de Venezuela”.

Laberinto Cromovegetal” (Venezuela – 1994)

Ubicado en la Universidad Simón Bolívar de Sartenejas, el artista trabajó con las arquitectas Vivian Floríndez, Lisolette Salinas y con los ingenieros João Martín Da Silva, Josu Allende.

Spacial Chromointerference” (Estados Unidos – 2018)

En esta obra, el maestro del Cinetismo tuvo la oportunidad de transformar un espacio de 8000 m2 que cuenta con 200 columnas que hacen juego con la obra.

Inducción a la cromática de doble frecuencia en la pared” (Brasil – 2011)

Cruz-Diez trabajó en espacios urbanos con el propósito de modernizar la ciudad capital brasileña.

Cromointerferencia de color aditivo” (Venezuela – 1978)

Es quizás una de sus obras más representativas y reconocidas. Está ubicada en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía “Simón Bolívar”.

Inducción cromática por cambio de frecuencia doble faz” (Venezuela – 1991)

Está ubicada en la Universidad de Los Andes, núcleo de Mérida, específicamente en la Plaza Alonso Gamero.

Un être flottant” (Francia – 2016)

Con esta obra, Cruz-Diez cumplió su sueño de transformar el arte en un cuadro que vuela por los aires, concepto que aprendió de su maestro cinético Vassily Kandinsky.

Fisicromía Boricua” (Puerto Rico – 1992)

El maestro del Cinetismo decoró el jardín botánico de la Universidad de Puerto Rico. Representó el trabajo más importante que realizó en territorio puertorriqueño.

Cromosaturación” (Londres – 2013)

Esta obra fue expuesta en la Galería Hayward de Londres en 2013, y distribuida en varias salas.

Carlos Cruz-Diez nació el 17 de agosto de 1923 en La Pastora, Caracas. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas y recibió clases de maestros como Marcos Castillo, Luis Alfredo López Méndez y Juan Vicente Fabbiani.

En 1960, se instaló en París, Francia con su familia y ejerció como profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes y Técnicas Cinéticas.

Después de décadas dedicándose al arte del color, falleció de forma natural en falleció el 27 de julio de 2019 en París.

Claudio Antonio: Carlos Cruz-Diez, un artista figurativo que transitó hacia la abstracción

Carlos Cruz-Diez (1923-2019) es un artista venezolano que se convirtió en uno de los exponentes más importantes del arte cinético o cinetismo en el mundo. Fueron sus investigaciones y propuestas sobre el cromatismo lo que le dio su tono particular. Conozcamos algunas de sus obras y principios plásticos más importantes.

Aunque inició como un artista figurativo, Cruz-Diez transitó hacia la abstracción en la década de 1950. Antes de dar con sus planteamientos cinéticos, trabajó en diferentes investigaciones, especialmente entre 1954 y 1959, período de la transición.

La primera de ellas tendría ya el germen de una vocación social. Se trataba de los Proyectos murales, que envolvían la fe en la democratización del arte por medio de lo participativo, lo lúdico y lo público. A este le seguirá Parénquimas, Objetos rítmicos móviles y, por último, Inestabilidad en el plano, que lo aproximó a su nuevo camino.

Construcción en negro, blanco y rojo

Del ciclo Inestabilidad en el plano, destacamos la obra Construcción en negro, blanco y rojo, en el que se observan ya los elementos propios del cinetismo: el estudio de las ilusiones ópticas mediante la descontextualización de los elementos geométricos y el color.

Couleur Additive. Série 32 Uno 4 ABD

Hacia 1950, las investigaciones de Cruz-Diez lo llevan a plantear en sus obras el principio de color aditivo (couleur additive), a partir del cual elabora una serie que lo acompañará a lo largo de los años. En ésta, el artista trabaja el concepto de la irradiación del color, según el cual, al contacto de dos planos de color, se forma la ilusión de una línea más oscura. Esto fue llamado por Cruz-Diez como “módulos de acontecimiento cromático”.

Fisiocromía (Banco Central de Venezuela)

Physichromie o fisiocromía es una serie que Carlos Cruz-Diez comenzó a desarrollar a partir de 1959. Tal como se describe en la página oficial del artista, recibe este nombre por “poner en juego el color luz, el color físico”. Esta serie trabaja estructuras en las que la percepción del color se ve modificada por el desplazamiento del espectador en el espacio y la incidencia de la luz ambiental.

Induction du Rouge

La inducción cromática (induction chromatique) es un concepto basado en el principio de persistencia retiniana, según el cual, tras fijar la mirada un instante sobre un color, este permanece en la retina y, al observar otra superficie de color diferente, esta se ve modificada por la persistencia del anterior. Sobre este concepto se erige la obra Induction du rouge.

Ambiente con cromointerferencia

La serie cromointerferencia (chromointerférence) fue desarrollada a partir de 1964, cuando en su taller el artista observó cómo se modificaba el comportamiento del color al cruzar las tramas de dos láminas en movimiento.