Dentro de las obras de arte cinético, normalmente existe una fusión entre el movimiento y el color, haciendo de cada obra un espectáculo que capta todos los sentidos. Si a esto le agregamos luces, entonces podemos decir que estamos también ante un movimiento lumínico que se complementa dentro del cinetismo. Para entender un poco sobre esto, sigue leyendo este artículo.
La energía lumínica o energía luminosa se puede definir como una energía transportada y compuesta por las ondas de la luz, que no es más que un tipo de radiación electromagnética, compuesta por partículas llamadas fotones.
Normalmente la luz se encuentra dentro de una franja del espectro electromagnético que nuestros ojos son capaces de detectar. Además, existe la luz visible que está entre las zonas infrarrojas y ultravioletas del espectro, tiene un rango particular de frecuencias, longitudes de onda y energías.
Es importante destacar que la luz se transmite a través de materiales o incluso en el vacío, ya que es una forma de radiación por eso argumentamos que la luz dentro del arte cinético lo complementa a la perfección. La partícula elemental asociada a la luz se denomina fotón y como tal se comporta a la vez como materia y como onda.
En tal sentido, la energía lumínica está íntimamente relacionada con la cantidad de luz visible que se considere en una situación, teniendo cuidado de diferenciarla de la energía radiante, donde se incluyen otras radiaciones electromagnéticas de frecuencias que son imperceptibles para el ojo humano, como los rayos X, por ejemplo.
Además existen dos maneras de obtener esta energía:
Naturalmente. La energía lumínica es producto de cierto tipo de reacciones químicas exoenergéticas, o sea, que liberan energía, como las que tienen lugar dentro de las estrellas, como el Sol. De hecho, el Sol es nuestra gran fuente de energía lumínica cotidiana.
Artificialmente. Puede generarse la energía lumínica a través de distintos mecanismos físico-químicos, como la combustión, o también mediante la electricidad, tal y como hacemos a diario al encender un bombillo.
La rama de la ciencia encargada de estudiar la relación entre la luz y el sistema visual es la fotometría. Es por ello que entre las modalidades del arte cinético se pueden dividir en dos grandes grupos:
- Movimiento Lumínico: Que consiste en los cambios constantes de la luz, color y trama.
- Movimiento Espacial: Que es el llamado cinetismo, ya que sus movimientos son perfectamente captados por el público que contempla la obra.
Ambas modalidades del arte fueron tendencia que se dieron paso a principio de los años sesenta y llegando a su máxima popularidad a finales de los años sesenta en París. El arte cinético se ve materializado en las exhibiciones que se llevaron cabo en diversas partes del mundo como en Zúrich y los Países Bajos, siendo este tipo de arte lo más llamativo para la época.
En si el Arte Cinético parte de que el movimiento es su primordial estructura, lo que significa que la cinética se interrumpe porque la pintura puede tener una posición estática que hace que sea una exposición de la obra; como algo que se mueve que no solo refleja que pueda estar en movimiento sino que está moviéndose, como por ejemplo las obras expuestas por el artista Alexander Calder, ya que sus obras no importa en la posición o ángulo que se encuentre el movimiento siempre será independiente.
Es importante destacar que hay artistas que este tipo de elemento puede ser incluido dentro de la presentación de sus obras y que aportan diversos sentidos de acuerdo a como lo capta el ojo de la persona que lo está observando. Mientras tanto, sigamos definiendo elementos que conforman el arte cinético y que le dan esas características únicas