Venezuela cuenta con extraordinarios representantes del arte cinético que hemos mencionado anteriormente, como lo es Carlos Cruz Diez y Jesús Rafael Soto, pero no se puede pasar por alto el también artista plástico y escultor Alejandro Otero.
Este escultor y artista venezolano nació el 7 de marzo de 1921 en Caracas. A pesar de que sus inicios académicos no fueron en las artes (porque inicialmente tomó clases en el área de agricultura en el año 1938) descubrió su vocación en las artes plásticas años después.
Durante los años 1939 a 1945, Otero dedicó parte de su vida en participar en talleres vinculados a la pintura y la escultura, convirtiéndose así en parte de sus grandes pasiones. Esta fascinación por las artes lo llevo a la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas donde tomó y dio clases sobre la elaboración de vitrales donde se destacó de manera notoria.
Otero se destacó y realizó grandes obras, donde se vio su evolución de la perspectiva del pensamiento y de la acción de las artes, fundando así el grupo conocido como Los Disidentes, quienes se destacaron en las artes dentro y fuera del país en pleno siglo XX.
Este artista venezolano, tras su trabajo realizado ha dejado un legado que hoy es muy conocido en el país y que abrió la brecha para el estudio del color, ya que el mismo fue un crítico conocido de la pintura tradicional. Estos aportes llevaron a Otero a destacar tanto en Venezuela como en Europa.
Gracias a sus grandes conocimientos, el artista llevó a pintar Las Cafeteras, que son varias obras montadas a la mitad del siglo XX y que lo acercaron a la pintura abstracta, por lo que posteriormente sus conocimientos fueron ampliándose y realizó una propuesta artística llamada “Composiciones Ortogonales”.
Luego, trabajó de la mano de Carlos Raúl Villanueva, quienes realizaron la propuesta de la Ciudad Universitaria de Caracas, donde el arte cinético de Alejandro Otero quedó estampado con la obra de arte Policromía. Por otra parte, también creó la obra Los Coloritmos que sin duda alguna es una de la propuesta de mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Esto abrió camino a que años después perteneciera al neodadaísmo, un movimiento del siglo XX que consistió en la elaboración de propuestas artísticas sin mayores reglas o pretensiones de la forma y el color.
Es importante destacar, que para el año 1967 el arte cinético Alejandro Otero resplandeció con la obra Estructuras Espaciales. Por hoy, países como México, Italia, Colombia y Estados Unidos son fieles testigos del el arte cinético Alejandro Otero, con la presencia de varias de sus obras.